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jueves, 25 de abril de 2019

Batman: El nacimiento del JOKER

Batman #1. Celebrando el 79 aniversario de su aparición. Primera parte, EL NACIMIENTO DEL JOKER: por Patricio López Tobares. El 25 de abril de 1940 salió a la calle el primer ejemplar de la serie propia del Hombre Murciélago. Con el éxito de las historias de Batman, los editores decidieron que era hora de que Batman tuviese su propia revista. Esto multiplicó el trabajo, por lo cuál Jerry Robinson se ofreció a escribir una de las historias (era uno de sus anhelos y para ello tomaba clases de escritura creativa). Kane y Finger accedieron de buen grado, y la mente de Jerry (que todavía continuaba viviendo con su tía actriz y estudiaba en la Universidad de Columbia) estalló en ideas. Quería alejarse del modelo de los villanos de la época . Buscaba un villano original, que no se encontrase en los comics del momento. Batman necesitaba su némesis peligroso, el Moriarty de Holmes. Jerry sabía que la riqueza en la construcción de un personaje era una contradicción interna interesante. Robinson decide darle a su nuevo maestro criminal un sentido del humor en contraste con una personalidad oscura. Pensaba que un villano con sentido del humor haría de su personaje algo memorable. Desarrollando los atributos del nuevo personaje comenzó pensando en el nombre (muy importante para establecerlo). Un nombre que reflejase la dualidad contradictoria de su villano comediante. De repente le vino a su mente: "Joker".
Los naipes provocaban fuertes asociaciones para Jerry. Pensó que podría encontrar una clave visual de su personaje en cartas. Cuando finalmente encontró una baraja, rápidamente hojeó las cartas y sacó un comodín (Joker). Se convirtió en la base de su famoso personaje. Robinson estudió la figura en el naipe y comenzó a dibujar. Hizo hincapié en los rasgos distorsionados del bufón y le dio a su nuevo personaje el rictus de un payaso siniestro. Robinson acababa de crear uno de los personajes más memorables en los cómics y en toda la literatura.
En el Joker, Robinson reunió el misterio y la tristeza de la obra de Allan Poe, las oscuras fuerzas psicológicas del expresionismo y los caprichos del destino, expresados en el cambio de naipes como una metáfora de nuestras vidas. Sin embargo, Jerry no pudo escribir su propia historia, el origen de Joker. "Cuando llegué con mi idea del Joker, a Bob y Bill les gustó tanto que me convencieron para que dejara que Bill escribiese la historia porque el tiempo era esencial y este sería mi primer guión", recuerda Robinson. "Ambos literalmente me embolsaron para renunciar a la idea de escribirla yo y dejar que Bill hiciera el guión completo, usando mi premisa. Acepté a regañadientes, aunque debo admitir que tenía lágrimas en los ojos. Tenía dieciocho años en ese momento." Robinson describió a Finger el personaje del Joker, y la idea de la historia completa. Su amistad y su respeto por Finger hizo que perder la oportunidad de escribir fuera un poco más fácil: "Bill era un tipo tan dulce, y sabía que haría un gran trabajo con eso", explicó Robinson.
Bill Finger, con el material aportado por Jerry y con su afición compartida por ambos por el expresionismo alemán (hay que acotar que Bob Kane jamás vió una película expresionista ni leía literatura), desplegó a este asesino maniático; al que terminó de darle fisonomía al ver en una de sus revistas de cine, la foto del actor Conrad Veidt en El Hombre que Ríe. Al final de las dos primeras historias, el Joker moría, pero el mítico editor Whitney Ellsworth les ordena que el perverso payaso debe regresar en el próximo número. Sí, el Joker vivirá y, con él, la cultura popular como la conocemos hoy adquirirá una nueva relevancia. El Joker se transforma en el villano principal, apareciendo entre 1940 y 1950: cincuenta y una veces!! (tengan en cuenta que entre 1950 y 1960, el Joker apareció sólo once veces).
El Joker era temible, misterioso (nadie sabía quien era ni que quería realmente), un asesino despiado que dejaba como marca la risa mortal en el rostro de sus víctimas y el naipe del comodín como firma. CONTINUARA...

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