Todas las imágenes son copyright de DC comics, sus respectivos autores y licenciatarios. Se incluyen a modo de ilustración del cuerpo teórico.

lunes, 18 de abril de 2016

EL NACIMIENTO DE SUPERMAN: ACTION COMICS 1

EL NACIMIENTO DE SUPERMAN. 18 de abril 1938, publicación de Action Comics 1. por Patricio López Tobares. El 18 de abril de 1938 (con fecha Junio 1938), Superman vio la luz en la primera entrega de Action Comics. Ese logro no fue instantáneo, sino la culminación de años de esfuerzo y perseverancia. Jerry Siegel era ante todo, un soñador. Introvertido. Poco sociable. Su escape eran las películas, la ciencia ficción, las historias que le permitían vivir mil y una aventuras. En la misma ciudad, había otro soñador. Joe Shuster, quien tenía la facilidad para dibujar y su inhibición la canalizaba en las mismas aficiones que Jerry. Cuenta la leyenda, que en agosto de 1928, los dos, por separado, quedaron maravillados por la portada de Amazing Stories. Un héroe ataviado de colorado que vuela y sonríe a aquellos que le saludan. Esa imagen los impacta.
Estimula en ellos la fantasía, eleva sus deseos de aventuras. Jerry no tiene dinero para comprar el ejemplar, recurre a leerlo en la tienda y a grabar en su retina esas imágenes. Joe, con esfuerzo puede comprarlo, lo atesora con recelo. Es la primera aparición de Buck Rogers en Armageddon - 2419 AD. En 1930, Jerry Siegel sufrirá un golpe en la vida, el cuál no mencionará nunca pero no olvidará jamás. Su padre, Mitchell es asesinado por un ladrón que entró a robar a su tienda. A sus sueños aventureros, se sumaba a su vida un intenso deseo de justicia. Sentía opresión por un mundo demasiado injusto y cruel y en sus ansias estaba poder cambiarlo, pero no tenía la fuerza ni sabía como. Un primo de Jerry le comenta que en su misma escuela hay un jovencito que dibuja muy bien. Así Siegel y Shuster se conocen. Inmediatamente se genera una conexión, hablan por horas sobre ciencia ficción, descubren que viven muy cerca. Tienen dieciséis años, van charlando por la calle que los conduce a sus hogares y comienzan a cimentar una amistad que será recordada por millones de personas en todo el mundo.
Así comienza una colaboración mutua primero para el periódico del colegio, y la búsqueda de la gran idea. En 1933, Siegel publica un cuento llamado El Reino de los Superhombres, que será antecedente fundacional de Superman. Un día soleado del verano de 1934, Jerry llega a la casa dd Joe exaltado. No ha podido dormir en toda la noche. Encerrado en el baño (para no molestar a su familia), sentado en el inodoro, escribe sin parar su nueva idea, LA GRAN IDEA. Se encierran en la casa de Joe Shuster y trabajan sin parar. Recuerda Joe Shuster: “Fue uno de los días más importantes de nuestras vidas. Nos sentamos y comenzamos a trabajar sin descanso, el entusiasmo de Jerry me había cautivado y comencé a dibujar tan rápido como podía. Mi imaginación conectó perfectamente con el concepto que Jerry tenía en mente. Además sus guiones parecían guiones de cine.” La historia que crean ese día es la de un científico del futuro (apocalíptico) que envía a su único hijo en una máquina del tiempo a 1935. Allí desarrolla poderes. Superman tal y como lo conocerá el mundo entero acababa de nacer.
El camino hacia la publicación será largo y extenuante. Un camino realmente difícil el de vender el personaje. Todos lo rechazan. Ningún periódico quiere esa tira de prensa. En el medio de la desesperación, Siegel convoca a Russel Keaton (que dibujaba Buck Rogers) y hace una versión de Superman con él (de las que quedan las tiras del origen y hoy pueden apreciar).(*amplición de la historia en el posteo de 12 de febrero de 2019) La dupla no funcionó y Siegel volvió a reunirse con Shuster. En febrero de 1938 reciben la tan esperada noticia. Superman se publicará. Pero no en tira de prensa. Deberán adaptar la historia para un formato distinto. La historia será la primera del número de lanzamiento de la nueva revista Action Comics.
Así apareció en el número uno de la revista “Action Comics” (junio, 1938) el primer cómic de la llamada Golden Age y posiblemente el cómic más valioso del mundo. La tirada normal de los cómics en aquella época era de doscientos mil ejemplares al mes. Sin embargo, el número 4 de “Action Comics” vendió quinientos mil.
Tras investigaciones de este suceso por parte de los editores, los vendedores les respondían que la gente no pedía el número de “Action Comics” sino la revista donde salía Superman, ya que ésta no se dedicaba sólo a aventuras de este héroe, cosa que sí pasaría más adelante: “Action Comics” pasaba a narrar únicamente aventuras de Superman. Al ser el comienzo del personaje, lógicamente, éste no estaba muy bien definido y fue evolucionando según avanzaban los números. Si en los comienzos se enfrentaba con los criminales sin ningún tipo de contemplaciones, luego llegó un momento en que él mismo se puso un código moral para respetar por encima de todo la vida humana. El resto es otra historia...porque la batalla nunca termina!! (Patricio López Tobares)

jueves, 14 de abril de 2016

EL CAMINO DE DIANA PRINCE II

Segunda Parte: De oscura teniente secretaria a dueña de una boutique “a go go” Por Patricio López Tobares La llegada de Ross Andru y Mike Espósito a los dibujos de Wonder Woman abren una nueva era en las aventuras de la princesa amazona (Wonder Woman 98, junio 1958). Y cambios radicales. En principio, un nuevo origen. Simplificado, básico, sin vuelo creativo. El peor origen que se imprimió en toda la historia de la princesa amazona (no voy a ahondar demasiado en detalles, para ello, lo publicaré completo, y así cada uno puede sacar sus propias conclusiones.) Wonder Woman asume la identidad de Diana Prince, en la segunda historia del número 99 de julio 1958, titulada Top Secret. En ella, la amazona, para poder estar cerca de Steve Trevor, se postula en una serie de pruebas, para ser la asistente. Diana Prince ahora tiene un leve toque de “modernidad”: el pelo suelto, y un par de gafas con terminación en punta, bien al estilo de finales de los 50s.
Gran parte de la etapa Kanigher-Andru-Esposito, es anodina, sin imaginación, plagada de lugares comunes (son insoportables los cursis “diálogos amorosos” entre Steve y Wonder Woman que se suceden todos los episodios, con el denso pedido de matrimonio de Steve a Diana, en cada capítulo, con ella contestando siempre lo mismo: “No puedo casarme mientras haya crimen que combatir”).
Los desatinos de esa época llegan a su punto máximo con la introducción de la Wonder Family: Hippolyte, Wonder Woman, Wonder Girl y Wonder Tot. Quizá a muchos les pueden parecer simpáticas esas historias, es cuestión de gustos. Con el despliegue familiar, la figura de Diana Prince queda reducida a dos viñetas por episodio, si es que aparece. Esa etapa culminaría con un giro argumental insólito y audaz. Mezclando realidad y ficción, aparecen los editores de la revista tomando la decisión de “despedir” a los personajes de la silver age, y darle paso nuevamente a los de la Golden Age a pedido del público, que supuestamente está realizando manifestaciones para que eso suceda. Es un epílogo llamado Final del Principio en el Wonder Woman 158. En el 159 se recrearía el origen de la Golden age retomando también el estilo de dibujos de Harry Peter. Esta situación duraría sólo seis números, en el 165 ya retomarían el estilo anterior (eso sí, sin familia anexa).
Los finales de la década del 60 son tiempos convulsionados, repletos de cambios sociales, bisagras en la historia del mundo moderno. En esos cambios, Wonder Woman no quedaría indiferente. Atrapada en un estilo antiguo, caída de las ventas, el personaje parecía destinado a desaparecer. En una jugada absolutamente audaz, el equipo creativo, ahora con Dennis O’Neil como escritor, y Mike Sekowski en los dibujos, comienza un cambio que sería radical. La primera en “transformarse” es Diana Prince. Wonder Woman 178 de septiembre de 1968, Diana para investigar pruebas que permitan defender a Steve que está preso, cambia su look, lo moderniza, viste ropas modernas y coloridas (cabe aclarar que es el primer número en el que Diana Prince protagoniza una portada).
Tanto le gusta, que decide adoptarlo. Pero el gran cambio es en el 179. Diana es convocada por su madre a la Isla, para comunicarle que deben trasladarse a otra dimensión para recuperar fuerzas e inmortalidad. Diana elige no ir. Por lo cual es despojada de sus poderes. Así regresa como una mujer normal. Conoce a un maestro de artes marciales, I Ching, que será su maestro y compañero de aventuras. Para completar lo radical, Steve Trevor, en el número 180, es asesinado por los secuaces de la Dra. Ciber.
Así, Diana, sin poderes, sin amor, dueña de una boutique, comienza aventuras al mejor estilo Emma Peel de Los Vengadores. La etapa, interesantísima, rica en lo argumental y visual, de un estilo propio y particular, es muy duradera. Serán cinco años de aventuras sin poderes. Hasta el número 204 de 1973. Allí I Ching es asesinado, Diana pierde la memoria, regresa a la Isla Paraíso, y recupera sus poderes (pero no le restauran la memoria de Steve Trevor). Vuelve a Nueva York y se emplea Diana Prince como traductora en la ONU. Pero esto será transitorio. Está por comenzar una nueva etapa. Definitoria. De esas que quedan grabadas en la historia. CONTINUARA EN LA TERCERA PARTE: De agente en la ONU a astronauta, y luego Mayor de la Marina.

miércoles, 13 de abril de 2016

EL CAMINO DE DIANA PRINCE I

Primera Parte: De enfermera a secretaria de inteligencia militar. Por Patricio López Tobares “En este mundo torturado, degradado mundo de los hombres,desgarrado por el odio, guerra y destrucción, llega Wonder Woman, ¡un poderoso ser de luz y felicidad! Ella viene de Isla Paraíso, dónde la vida es eterna, dónde pena y sufrimiento son desconocidas, y dónde el amor y la justicia hace a las mujeres fuertes más allá de los sueños de los hombres. Adorable como Afrodita, Sabia como Atenea, con la velocidad de Mercurio, y la fuerza de Hércules, Wonder Woman trae para América una nueva esperanza para la salvación de los demonios del viejo mundo y sus conquistas y agresiones.” (Sensation Comics 2, 1942) Desde los inicios de la cultura superheroica, el alter ego, ha sido un elemento fundamental en la construcción de un personaje. Generalmente era el “civil” que adoptaba una identidad heroica, por ejemplo, Diego de la Vega asumía la identidad de El Zorro para actuar. Con Superman la historia tomó otro giro. Kal El, visitante de otro mundo, asume la identidad de Clark Kent para pasar desapercibido entre los humanos. Y así comenzó una seguidilla de visitantes de otros mundos, otras tierras o simplemente metahumanos, con identidad secreta. La princesa amazona no fue la excepción. Diana, princesa de las amazonas, hija de Hippolyta, quien en su primera aventura ha ganado un torneo y se hace acreedora del manto de Wonder Woman para repatriar al piloto caído Steve Trevor. En su segunda aparición (Sensation Comics 1, enero 1942), Wonder Woman arriba al “mundo de los hombres” e interna a Trevor en un hospital. En dos páginas, frustra un atraco, se frustra por no poder comprar un vestido, y participa en un acto de variedades para ganar unos dólares (magistralmente representado en The new original Wonder Woman 1975 con Lynda Carter). Pero Diana necesita estar cerca de Steve sin llamar la atención. Así es como conoce a una enfermera, muy parecida físicamente a ella, la cual está angustiada porque su novio ha tenido que emigrar a Sudamérica. Diana le ofrece llevarla a dónde está su novio, a cambio de que le permita tomar su identidad. Así, la princesa Diana de Isla Paraíso se transforma en Diana Prince, enfermera.
Con ese nuevo disfraz, puede estar al lado de Steve Trevor que está internado. Este, la trata bastante mal, por cierto, y la denigra constantemente (es algo que se repetirá mucho durante la primera etapa de la Golden Age, el ninguneo y maltrato constante de Steve Trevor hacia Diana Prince, muy parecido al de Lois Lane hacia Clark Kent). Un pensamiento de Diana, constantemente es, “No significo nada para él como Diana. Yo deseo poder decirle quien soy yo realmente.” Otro diálogo ilustrativo. Steve en silla de ruedas le dice: “¡No me puedo parar! ¡Me llevas en la silla como a un niño! Diana: “No seas nene llorón. Tómalo con calma.” Esa dinámica interpersonal se repetirá por muchos años. Otro punto es la “transformación” de Diana a Wonder Woman. O mejor dicho, la falta de ella. El cambio era simple y sencillo, se sacaba la ropa de una y se ponía la ropa de otra. Diana Prince, siempre llevaba consigo un maletín con el uniforme de WW.
A pesar de la tirante relación entre Diana y Steve; la Prince tenía una marcada personalidad y no era mojigata ni mucho menos, tal como era el Clark Kent de los primeros años de Siegel y Shuster. En el Sensation Comics 3 a Steve le dan de alta. Diana llora porque no volverá a verlo y le pide trabajo en su oficina. Así es como Diana Prince pasa a ser secretaria del Coronel Darnell y compite con la señorita Brown, secretaria de Steve, que le hace la vida imposible y que resulta ser espía de los nazis (¿les suena familiar?). En el número 4, el Coronel Darnell comienza a interesarse por Diana, en plan romántico, lo cual a Diana le parece divertido, para de esa forma darle celos a Steve.
Durante los primeros años, Diana Prince tuvo una participación destacada en cada episodio. Investigando casos por su propia cuenta, usando disfraces, tomando la iniciativa al resolver problemas. La transformación empezó a ser una ráfaga dónde ella cambiaba sus ropas a velocidad. Y a partir de 1944 las apariciones de Diana Prince comenzaron a ser escasas e irrelevantes, salvo poquísimas excepciones.
En 1947, tras la muerte de William Moulton Marston, Robert Kanigher se hizo cargo de los guiones a partir del Wonder Woman 22, pero sin demasiados cambios en la estructura. Recién a partir de 1950, Diana Prince volvió a tener un poco más de relevancia en los episodios. En 1958, Harry George Peter, fallece (dejando un legado gráfico magistral) y el ingreso de un nuevo dibujante (icónico por cierto) abrirá la puerta para una nueva etapa en Wonder Woman. Pero eso es otra historia… CONTINUARA EN EL PROXIMO EPISODIO: “De oscura teniente secretaria a las luces del a go go”
Nota Histórica: Wonder Woman en la Golden Age, aparecía en tres revistas (sus aventuras en solitario), Wonder Woman (desde 1942), Sensation Comics (de 1942 a 1951) y Comic Cavalcade (de 1942 a 1948). Todas las aventuras eran escritas por William Moulton Marston como Charles Moulton (hasta 1947), y dibujadas por Harry Peter (hasta 1958). Salvo contadas excepciones que fueron dibujadas por Frank Godwin. (Patricio López Tobares)

CRONICA MAN OF STEEL

MAN OF STEEL, el Superretorno a la pantalla grande. Superman ha tenido una larga trayectoria en la pantalla. Desde 1941 con los cartoons de los Fleisher, pasando por la ya clásica Superman the movie, llegando al suceso televisivo de Smallville. En cada una de las encarnaduras, los guionistas, directores y productores; abrevaron, homenajearon, obviaron, y ampliaron la mitología de Superman. Para muchos, Superman the movie, es la versión definitiva, la más fiel. En lo personal creo que lo único fiel era Christopher Reeve como Superman (la imagen perfecta del héroe), pero el resto (por ejemplo, Lex Luthor, Krypton, los Kents, algunas tramas) son una visión personal de Mario Puzo y Richard Donner muy disímil a los comics de esa época. Pero eso no es un pecado. Todo lo contrario. Y ahí lo digo como dramaturgo y director teatral. Las versiones de pantalla son eso, versiones. Una adaptación personal sobre un texto (aquí comic) preestablecido. No un calco idéntico. Por eso es arte. Sino solo sería una burda copia. El tema de las “fidelidades” en las adaptaciones es objeto de múltiples discusiones, enojos, apoyos; depende de quien lo mire o lo evalúe. Hoy el tema es Man of Steel, película escrita por David S. Goyer y dirigida por Zac Snyder en 2013. El film de Zack Snyder, a mi juicio personal (cómo todo lo que fluirá en esta crónica, una subjetiva mirada personal; atravesada por 39 años de leer y coleccionar todo sobre el Supes); decía, a mi juicio personal, es una de las grandes y mejores películas sobre Superman. La fallida Superman Returns (de la cuál igualmente rescato muchísimas cosas buenas) me había dejado un sabor amargo que sólo Smallville podía endulzar (creo firmemente que Smallville es una de las grandes series heroicas de toda la historia, y la que abrió la puerta para la nueva generación de superhéroes televisivos). Superman requería un regreso triunfal a la pantalla. No entraré en detalles históricos sobre cómo se llegó a Zack Snyder y a la filmación (datos que son fácilmente ubicables en la web), sino que ahondaré en lo que la película produjo en mí. Desde la primera toma, subrayada magistralmente por la partitura de Hans Zimmer, Snyder nos ubica en un Krypton nunca antes mostrado. Hecho mano a todas las variaciones que hubo del planeta verde en los comics y las remixó. En la majestuosidad de escenarios y vestuario, Snyder buceó en elementos claves de la mitología de Superman: Jor El luchando contra la deshumanización de la cultura kryptoniana, la reproducción controlada por un códice (elemento central de la renovación de John Byrne), la aparición de Keelex (que ya volvió en Supergirl), el consejo “mixto” (en los comics originales el consejo kryptoniano era sólo de hombres, Richard Donner aporta el consejo de hombres y mujeres). La escena del nacimiento de Kal El, con un Jor El peleando por conservar una humanidad que la sociedad kriptoniana perdió, me pareció un hallazgo, y de alguna forma marca el tono de todo lo que va a venir: un camino incansable a la búsqueda de la humanidad. Snyder toma allí una decisión casi filosófica, y se juega a pleno con lo que cree. Abre polémica. Jor El muere peleando por su familia, Lara toma el mando de la familia, Jonathan Kent muere por proteger la identidad de su hijo, Martha Kent no dudaría en dar su vida por Clark. Muchos se espantaron con eso, yo lo celebro como una interesante mirada de un autor que está recreando un mito. Porque, a riesgo de ser repetitivo, hay que entender que este film no es un documental sobre el Superman clásico, sino una reinvención personal circunscripta al mundo cinematográfico. Así es como Snyder retoma un tema que alguna vez sobrevoló los comics respecto a la simetría religiosa. Y se la juega nuevamente. Clark acepta su destino heroico en una iglesia, alentado por un sacerdote, con una toma que lo contrapone y asemeja con Jesucristo (hallazgo estético de la dirección), y llegando a Superman esposado y escoltado por los militares recreando una de las secuencias del Via Crucis. Respecto al elenco, celebro las elecciones de los actores, y mucho más como fueron dirigidos. Reconozco que tuve un poco de prejuicio respecto a una Lois casi rubia (bueno, ya tuvimos a Noel Neill rubia en la quinta temporada de AOS), un Perry afroamericano. Pero me sorprendí gratamente con sus actuaciones, con sus improntas. Allí uno entiende que la esencia de un personaje va más allá del color del pelo o de piel, es algo profundo, que tiene que ver con el alma y la interpretación. Henry Cavill sale más que airoso en el inmenso desafío de ser Superman. Le da humanidad, inocencia en momentos, potencia en otros. Man of Steel es una gran película heroica. No es una copia fiel, ni un documental de lo clásico. Es una visión muy personal de un director. Pero en esa visión homenajea en cada minuto, con cada secuencia, a 77 años de mitología. Se nota que leyó mucho, que investigó. Luego decidió. De eso se trata dirigir, tomar decisiones. Esto no es la verdad revelada, ni una sentencia, es mi opinión, personal, humilde, de alguien que disfrutó y disfruta de Man of Steel, y que espera con alegría y expectación Dawn of Justice. (Patricio López Tobares)

domingo, 3 de abril de 2016

LA WONDER WOMAN DE DAVID FINCH, ¿Un simple cambio de traje?

Por Patricio López Tobares Batman James Gordon Robocop, Superman sin poderes en motocicleta…Wonder Woman no podía ser la excepción con los cambios que DC YOU incorporó en los números 40 de sus tres principales héroes. ¿Radicales? Bueno…veamos… Desde el lanzamiento de New 52, la primer superheroína del mundo (recordemos que se publica en forma ininterrumpida desde 1941), tuvo grandes cambios en su mitología (que desde el reboot post crisis de George Perez había tenido infinitas idas y vueltas). El último gran cambio fue el posterior a Infinite Crisis. Este trajo nuevamente a Diana Prince, le devolvió el giro como cambio de traje (y el no tener poderes siendo Diana Prince), Donna Troy como Wonder Girl y su traje rojo, el águila en su emblema (fusionada a la WW), los maravillosos dibujos de los esposos Dobson. (Si, ya sé, en el medio estuve el controvertido arco argumental de Michael Strazwysky, con Diana más joven y con calzas, pero duró poquito y finalizó regresando a su “realidad”). New 52 trajo una ensalada de Wonder Woman…en su serie cabecera, una Wonder Woman de incipiente oscuridad argumental cortesía de Brian Azzarello, con dibujos de líneas muy duras de Chiang. Las historias (o la larga historia que duró 34 números) mitológicas, con el gran cambio…Diana no había sido creada en arcilla, sino que era hija natural de Zeus. Mientras en la Justice League, Geof Johns y Jim Lee recreaban una versión más aguerrida y femenina (el gran cambio fue el traje, diseñado por Jim Lee que quitaba los colores de la bandera estadounidense para separarla de un sentido político), con un Steve Trevor cercano y líder, con villanos clásicos como Cheetah y Dr Psyco. Y en Superman, Wondy asumía su identidad de Diana Prince, aprendía a ser una persona ordinaria, y comenzaba una pasional relación sentimental con el Supes. Para todos los gustos. En algunos momentos fue llevada a ser casi una loca guerrera asesina, más cerca de Xena que de Diana. No funcionó demasiado. Y con la entrada del nuevo equipo creativo conformado por el matrimonio Finch (Meredith y David), llegaron buenos guiones, dibujos muy estilizados, pero no cambios drásticos. Reapareció Donna Troy, creada como un “clon” mezcla de magia y la esencia de Hipólita (que fue hecha piedra por Medusa, y luego reducida a arcilla), pero en una versión malvada que pretendía disputar el reinado de Isla Paraíso. Y llegamos a hoy. Al DC YOU. Al 41.
Diana es reina de Isla Paraíso, Diosa de la Guerra, amante de Clark Kent, y miembro de la Justice League. Cambia su traje porque está dejando de ser niña para ser mujer (vean la página incluída dónde ella lo explica). La verdad que me gustan mucho estas nuevas aventuras. Han logrado equilibrar la salvaje herencia amazónica con una nueva Diana que siente compasión y quiere justicia. Los guiones son muy buenos, y los dibujos maravillosos. Y sí, se extraña el traje original (que siempre en algún momento vuelve), pero en setenta y cuatro años de historias (que aviso he leído todas) es un soplo de aire fresco que me entusiasma. (Patricio López Tobares)

MI SUPERMAN

Crónicas Superheroicas (y anecdóticas): SUPERMAN EN MI VIDA (Y COMO LLEGO A ELLA) Primera Parte: por Patricio López Tobares. En mi primera i...