SUPERGIRL: LA AMAZONA DE ACERO por Patricio López Tobares. Supergirl irrumpe en el cielo como un relámpago y salva a una pareja que cae al vacío desde un acantilado. Pero su heroísmo se empaña al descubrir, con el corazón encogido, que su propio novio la engaña. Más tarde, rescata a un piloto que, en lugar de agradecerle, gruñe que no quería ser salvado. Luego, un ídolo adolescente, acorralado por una multitud de admiradoras, le ofrece un beso como recompensa. Kara, harta de los hombres y sus absurdos enredos, se lanza al cielo en busca de soledad. Volando sobre el Océano Pacífico, descubre un barco de las amazonas bajo el asedio de los Hombres Tiburón. En cubierta, la reina Hippolyta y Nubia se defienden con fiereza, pero la batalla es desigual. Supergirl desata su furia contra las criaturas marinas, haciéndolas retroceder con una rapidez sobrehumana. Sin embargo, Nubia ha sido herida. Sin dudarlo, Kara las transporta a Isla Paraíso. Mientras las amazonas atienden a Nubia, Hippolyta contempla a Supergirl con admiración y le ofrece algo impensado: un lugar entre ellas, no como una simple hermana de armas, sino como su hija adoptiva. Kara, conmovida, acepta. Supera las pruebas de la Amazonía con valentía y recibe su tiara, sus brazaletes, su cinturón y sus botas, los símbolos de su nueva identidad. Justo cuando Hippolyta se dispone a proclamarla Princesa Amazona, un aviso sombrío interrumpe la ceremonia: el veneno de tiburón avanza implacable en el cuerpo de Nubia. La única cura crece en Cologi, una isla traicionera perdida en el océano. Sin titubear, Kara emprende el vuelo hacia la isla maldita. Entre la espesura, busca la planta curativa, pero es emboscada por tres hechiceros coléricos. Sus cetros escupen magia letal, y el golpe de sus energías la deja al borde de la muerte. Justo entonces, una silueta colosal emerge de la selva: un hombre disfrazado de un gorila blanco enloquecido se lanza contra los hechiceros y los ahuyenta. Al disiparse la tormenta, se presenta con Fong.
Supergirl le explica su misión y se dispone a partir, pero Fong la detiene con una advertencia escalofriante: la magia de los hechiceros la ha despojado de sus poderes. Kara le pide ayuda, pero él se niega, pues su tradición le impone protegerla... para siempre. Al ver que Fong no escucha razones y hasta intenta retenerla por la fuerza, lo deja inconsciente de un solo golpe. Toma prestado su disfraz de gorila y lo usa para engañar a los hechiceros. En su desesperada huida, los brujos dejan caer sus sonajeros mágicos. Kara los aprovecha y, con un chispazo de ingenio, los usa sobre sí misma para restaurar su poder.Vuelve a Isla Paraíso justo a tiempo para salvar a Nubia. Pero su odisea le ha revelado algo crucial: esconderse entre las amazonas sería una huida, no un destino. Con un nudo en la garganta, devuelve sus insignias amazónicas y se despide de Hippolyta. Cuando Supergirl se eleva una vez más hacia el cielo, la reina la observa con orgullo y murmura con suavidad: "Siempre serás mi hija". "The Super-Amazon" (Supergirl #9 -Dic 1973-) Escrita por Cary Bates, dibujos de Art Saaf.